El Volcán Cerro Quemado, ubicado en Canton Chicúa, Quetzaltenango, a 206 Km y 3.5 horas de la Ciudad de Guatemala, es un lugar de gran importancia tanto religiosa como turística en Guatemala. Su paisaje rocoso, resultado de una erupción en 1765, atrae a numerosos visitantes diariamente, muchos de los cuales buscan realizar prácticas religiosas en este sitio que cuenta con un sincretismo notable. Se venera a Juan Noj, un espíritu que reside en una de las cuevas del lugar, y también es considerado sagrado por la comunidad indígena, quienes realizan ceremonias y altares las 24 horas del día.
Además de su relevancia religiosa, el Volcán Cerro Quemado es conocido por albergar múltiples rutas de escalada en roca, convirtiéndolo en el segundo lugar con mayor desarrollo de escalada deportiva en Guatemala. Sin embargo, el turismo que recibe el volcán también ha traído consigo un problema evidente: la acumulación de basura. Desde el inicio del recorrido, se puede notar la presencia de desechos inorgánicos dejados por los visitantes. La falta de infraestructura y reglas para el manejo adecuado de los desperdicios ha contribuido a esta situación, donde los envoltorios son abandonados en el mismo lugar donde se consumió su contenido.
En este contexto, Guatemala Escala ha asumido el liderazgo para impulsar un cambio significativo. No solo nos hemos comprometido a recoger la basura existente en el Cerro, sino que también hemos trabajado en estrecha colaboración con la comunidad de Canton Chicúa, así como con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), para implementar medidas concretas. En este esfuerzo conjunto, se han instalado 51 basureros a lo largo del sendero, facilitando así el manejo adecuado de los desechos.
Esta iniciativa ha sido posible gracias al trabajo en equipo con las autoridades locales y la participación activa de la comunidad. Creemos firmemente que al promover la conciencia y la responsabilidad ambiental entre los visitantes y la comunidad local, podemos preservar la belleza natural del Volcán Cerro Quemado y garantizar un futuro sostenible para esta importante atracción turística y religiosa de Guatemala.
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